El siniestro ocurrió en el predio de un aserradero, ubicado en el Bº Los Lapachos de la localidad y en principio, según los testimonios, al pretender quemar rezagos y viruta acumulada, los operarios no previeron que las llamas aventadas por el viento sur, se les fueran de control y, si no hubiera sido por la pericia de los Bomberos Voluntarios, las consecuencias podrían haber sido catastróficas.
El fuego pudo ser apagado antes de que alcanzara las propias instalaciones del establecimiento, incluso la vivienda contigua y quizás propiedades lindantes, gracias a la rápida y eficaz acción de las tres dotaciones de Bomberos que se dieron cita en el lugar, incluso con el apoyo de un camión cisterna de la municipalidad, quienes trabajaron hasta cerca de la medianoche para sofocar el siniestro