La obligatoriedad del uso de barbijos, por razones de bioseguridad, hizo que al principio se utilizaran industrializados o caseros, la cuestión era usarlos, como “vengan”, de pronto a partir de materiales no aconsejables o recomendados o de mayor eficacia, pero tapabocas al fin.
De a poco fueron apareciendo en el mercado, variados colores, con distintos motivos, con estampas de marcas, equipos de fútbol o figuras de distinta índole.
De pronto, todos empezamos a extrañar, los rostros familiares o amigos, fueron ocultándose los gestos, las broncas, pero también las sonrisas tan necesarias para un tiempo de pandemia.
La moda no se hizo esperar y empezó a dar respuestas, por eso fueron apareciendo los barbijos transparentes, que incluso ya se muestran en la televisión y a la gente les pareció bien que así sea. Ya se hay en circulación una gran variedad.
Se empiezan a divisar los “gestos necesarios para entendernos sin palabras”, ojalá se recuperen más sonrisas también…..
(Fotos de portada/Baires Beauty Shop - encabezamiento de columna/Weekend Perfil)
